Dentro del aula específica trabajamos por
rutinas, las cuales dan seguridad y tranquilidad a nuestro alumnado. Ellos ya
saben “lo que va a pasar” en cada momento. Usamos agendas visuales para
determinar dichos momentos a través de imágenes (reales o pictogramas) u
objetos reales (dependiendo del nivel de abstracción de nuestro alumno/a).
Una de
las rutinas que llevamos a cabo cada día, es la rutina del lenguaje a través de
la lectura global.
Objetivos a trabajar:
- Leer y comprender palabras.
- Desarrollar la conciencia fonológica.
- Interpretar fotos, imágenes y pictogramas.
Contamos en el aula con un panel donde
presentamos las palabras de vocabulario de cada Unidad Didáctica. Se trata de
un franelografo al que llamamos “El jardín de las palabras” Aquí presentamos al
alumno/a la imagen junto a la palabra escrita (actualmente con mayúsculas).
Al comienzo de la actividad siempre se
realiza a través del modelado y/o utilizando claves visuales que se van
eliminando conforme se avance en la adquisición de los objetivos que nos
planteamos:
Ejemplo:
Clave visual: Foto de un pájaro (rodeada
con color rojo)- palabra “PÁJARO” (rodeada de color rojo)
Modelado: Al inicio se modela la
conducta del alumno/a: Se dice “PÁJARO” y se guía para que lleve la palabra
hacia la fotografía.
Según avanzando en la unidad vamos realizando
otras actividad para la toma de conciencia fonológica y reconocimiento de las
letras, así como la conversión fonema- grafema.
Actividades que planteamos:
- Búsqueda de la palabra correcta.
- Unir palabras iguales.
- Uso de “pizarras mágicas” (folios plastificados: primero con las palabras para reseguir en puntitos, luego solo las letras que les cuesten más trabajo, folio en blanco,…) Siempre aumentando la dificultad según vamos avanzando en la adquisición del objetivo. (Utilizamos los rotuladores de pizarra blanca porque nuestro alumnado no quería el uso del lápiz, siendo este un recurso más accesible para ellos)
(Las imágenes son extraidas de internet, pero son similares a los materiales que trabajamos en el aula)
B.- Uno de los aspectos distintivos de un buen
e-portafolio, más que la tecnología en la que se desarrolla y presenta, es el
proceso de reflexión que se manifiesta.
Todo el proceso de autoreflexión de los
aprendizajes aportados en el e-portafolio del alumno/a es un proceso complejo
para alumnados de educación especial, y mucho más en aquellos niños/as que por
sus características y capacidades, aún no están preparados para reflexionar de
forma autónoma sobre sus aprendizajes.
Como maestra de educación especial, y
conforme a mi visión de la educación, no dejo de lado dicho proceso, aunque
siempre lo realizamos con pautas marcadas, materiales manipulativos y por las
características actuales que se presentan en el aula, trabajando a través de
las emociones y sentimientos.
¿Por qué has seleccionado las muestras de
trabajo o evidencias que presentas?
Evidentemente, las evidencias serían
seleccionadas por mí y/o por la monitora que trabaja en el aula, ya que para mí
también es un recurso de evaluación (una segunda opinión sobre lo que podemos
mejorar en el aprendizaje de nuestros alumnos/as).
Todas las evidencias de aprendizaje que
seleccionaremos (grabadas en video y/o con fotografías) serán parte del proceso
de reflexión, a través de su visualización posterior junto a los alumnos/as.
¿En qué contexto se lleva a cabo lo que
presentas?
El contexto donde se desenvuelve nuestro
alumnado, está marcado por rutinas fijas dependiendo del día de la semana. Aunque
luego se generalizan los aprendizajes cuando vamos al aula de infantil a
realizar la asamblea (decir las letras del abecedario, los días de la semana,…)
¿Cuándo y donde sucedió?
Nuestra aula está dividida por rincones de
aprendizaje y las rutinas están asignadas a cada día de la semana. La rutina de
lectura global está fijada durante tres días a la semana (lunes, miércoles y
viernes) aunque luego se generalizan los aprendizajes en relación a las
actividades planteadas el resto de la semana.
¿A quién implica?
El trabajo implica la participación activa
del alumnado, así como mía (tutora), monitora y maestra de infantil (que nos
ayuda mucho en la adquisición de los aprendizajes de los alumnos/as y en el
proceso de socialización).
¿Qué debes cambiar?
Este aspecto es algo que los alumnos/as aún
no son capaces de resolver por ellos mismos, aquí es fundamental que tras el
visionado de las evidencias sea la tutora/a junto al equipo docente el que
reflexiones sobre qué aspectos tenemos que modificar, tanto en metodología como
en materiales, siendo estos adaptados al alumnado.
¿Dónde encontrarás ayuda para hacerlo?
Una de las características que presenta
nuestro alumnado es la dificultad para pedir ayuda, y los niveles de
frustración ante una tarea mal realizada es motivo de rabietas. Por tanto, a
través del modelado y la atención constante, se le enseña la palabra “ayuda”
durante la realización de las tareas.
Como bien habéis podido comprobar con las
respuestas a las preguntas sobre la pauta de reflexión del alumnado, no
estarían adaptadas al contexto educativo donde me desenvuelvo. Por tanto, y adaptándonos
al contexto elegiría una sencilla rúbrica de evaluación/reflexión de la
actividad, la cual rellenaríamos junto al alumnado al final de cada rutina de
actividad. El objetivo final (tras un largo proceso) sería que ellos mismos
consiguieran rellenarla.
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